La ecografía es una herramienta eficaz en la detección y localización de tumores en el cuerpo. También permite a los médicos realizar una biopsia, que implica la extracción de una pequeña cantidad de tejido para su examen.
Una ecografía es una prueba de imagen, también conocida como sonografía o ultrasonografía, que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes de los órganos internos. Estas ondas sonoras rebotan cuando alcanzan los órganos y un dispositivo llamado transductor convierte las ondas sonoras en imágenes. Este método permite distinguir entre tejido normal y anormal gracias a las diferentes formas en que las ondas sonoras rebotan, lo que ayuda al médico a detectar un posible tumor. Un detalle importante es que la ecografía no requiere ninguna exposición a rayos X y es seguro durante el embarazo.
La preparación requerida para una ecografía depende del área del cuerpo que se va a examinar. Algunas instrucciones típicas que se dan para una ecografía abdominal incluyen:
Es importante recordar que estas son solo recomendaciones generales y que debería obtener instrucciones específicas para su caso. Durante el procedimiento, podría ser necesario remover algunas o todas sus prendas de vestir, además podría necesitar quitarse joyerías o usar una bata de hospital. Una vez en la sala de examen, se te acostará en una mesa junto al escáner de ultrasonido que incluye un ordenador, una pantalla y el transductor. La duración del examen puede variar entre 20 a 60 minutos dependiendo de las áreas a examinar.