La recaída del cáncer, también conocida como recurrencia del cáncer, es la situación en la que el cáncer reaparece después de un período de mejora o remisión [1]. Esto puede ocurrir ya sea en el mismo lugar que el cáncer original o en una nueva parte del cuerpo [2]. El miedo a la recaída es una preocupación prevalente entre los sobrevivientes de cáncer, pero obtener una comprensión de lo que implica y cómo se maneja puede ofrecer cierto consuelo [3].
La aparición de una recaída del cáncer se debe a que algunas células cancerosas sobreviven al tratamiento inicial y posteriormente comienzan a crecer y multiplicarse nuevamente [4]. Estas células pueden permanecer inactivas durante un cierto período antes de que comiencen a manifestar síntomas [5]. El lapso de tiempo entre la conclusión del tratamiento inicial y la detección de la recaída puede variar mucho, desde meses hasta años [6].
El manejo de una recaída del cáncer implica una combinación de tratamientos, a menudo similares a los utilizados en el tratamiento inicial [7]. Esto puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o terapia dirigida [8]. La selección del tratamiento depende de varios factores, como el tipo y la etapa del cáncer recaído, la salud general del paciente y los tratamientos utilizados previamente [9].
Es crucial tener en cuenta que una recaída del cáncer no significa el fin del camino [10]. Muchas personas con cáncer recaído continúan viviendo muchos años mientras mantienen una buena calidad de vida [11]. Las visitas regulares con su equipo de atención médica, mantener un estilo de vida saludable y estar informado sobre nuevos tratamientos pueden ayudar a manejar eficazmente una recaída del cáncer [12].