La recurrencia del cáncer se define como la reaparición del cáncer después de un período de tratamiento durante el cual el cáncer era indetectable [1]. La tasa de recurrencia puede variar enormemente dependiendo del tipo de cáncer, la etapa en la que se diagnosticó y el tratamiento que se administró [2]. Por ejemplo, la tasa de recurrencia a 5 años para el cáncer de mama es aproximadamente del 20-30%, mientras que para el cáncer de próstata, es alrededor del 35% [3].
Es importante destacar, sin embargo, que estas cifras no son predicciones absolutas [4]. Son promedios calculados a partir de grandes grupos de pacientes y pueden no representar con precisión el pronóstico de un individuo [5]. Factores como la salud general, la edad, la respuesta al tratamiento y las características del cáncer pueden afectar enormemente la probabilidad de recurrencia [6].
Aunque estas estadísticas pueden parecer intimidantes, es importante recordar que los avances continuos en tecnología médica y métodos de tratamiento están mejorando constantemente las tasas de supervivencia y reduciendo la recurrencia [7]. Los seguimientos regulares y las pruebas de detección son cruciales para la detección temprana de cualquier posible recurrencia, que es cuando es más tratable [8]. Las modificaciones del estilo de vida, como mantener una dieta saludable, realizar actividad física regular y abstenerse de tabaco y alcohol, también pueden ayudar a reducir el riesgo de recurrencia [9].